pos´ fiesta
pues resulta que al taller de dildos, y a menos que se demuestre lo contrario, fueron más maricas que lesbianas. y allí nos enteramos, las unas y las otras, de que algunos materiales de construcción, vengan o no de las obras de cualquier injerto ferroviario, pongamos por caso un tranvía, no estaban más que a un buen baño de látex rosa de distancia de la producción de insospechados y demodildocratizados beneficios públicos. después del taller y después de la charla y después de un debate post charla que se alargó más pero que se hizo más corto que la charla en sí, con activistas lgtb -de algarabía-, feministas y gente diversa e interesante en general, empezó la fiesta propiamente dicha. buen rollete queerpunk, drag kings, hippiequeers, violent femmes, riot grrrls, cuero negro, minifaldas, maquillaje, unos toques industriales, mascarillas incluidas, y hasta unos cuantos heteros de los de yo no entiendo pero mi primo sí. se bailó de todo lo que pinchaba carmen mechada, deejay y licenciada en dildotectónica. se bebió de todo y se comió de todo. o casi. los boletus edulis buenísimos. pero no tanto como el chico aquel de cabo verde que fue al taller y luego se esfumó... jops!