miércoles
sasha
mi compi de piso más hogareña. todo el día al lado de la puerta, pero ni entra ni sale ni cruje ni muge. hoy no comió cheesecake, porque no tiene brazos y aquí somos todos unos maleducados. claro que el cheesecake sabía más a huevo que a cheese, porque perdí la receta y a lo mejor 5 paquetes de philadelphia eran pocos para 8 huevos. al final nos la inventamos y parecía una quiche. pero se puede comer. interesante, dijo laury, que es de connecticut y sabe lo que se dice. patri, que acaba de llegar, y es de philadelphia, lógicamente opina que a aquello le faltaba queso. todavía quedan tres quichecakes para desayunar. veremos si mejora cuando se enfríe.
martes
está fatal
mente movida pero como es la única que tengo en el club de jazz más increíble de la ciudad -que resultó estar rescondido a dos calles de aquí- pues voy y la cuelgo. que conste que no he estado en ningún otro club de jazz en nueva pork, ni falta que me hace para decir lo que acabo de decir. también hay que aclarar que es un club de veteranos de la legión americana, lo que suena realmente mal. para acabar con las aclaraciones aclaremos que la legión americana es la legión del país ese en el que la gente confunde países con continentes. sí, ese. pero allí lo demás sonaba tan jodidamente bien, y además era todo tan deliciosamente cutre, que al final me dio exactamente igual. todos tenemos un pasado. eso sí, hay que firmar en la hoja de visitas para entrar, y yo me puse de apellido laden. la japonesa (entre edu y vanessa, sí, precisamente esa con cara de japonesa) no me acuerdo cómo se llama, pero el detalle importante es su camiseta, nada menos que de jocomomola que, en japón, vende mogollón.
lunes
domingo
china town
yo metí la mano donde había que meterla, y cogí un mensaje del oráculo de oriente:
discard the things that are stagnant and stale,
and don´t be swayed by the useless junk mail.
the day might come when nothing could prevail,
even you would walk up hill and down dale.
algo así como que pase de todo eso que apesta a estancado, sobre todo del correo basura, y que llegará el día en que hasta yo podré subir la colina y bajar al valle. sí, sí, incluso yo. que lo dice budha, y yo no sé si ofenderme o darle las gracias.
sábado
viernes
edu
está aquí, y yo tengo pruebas. al final no hubo comilona en el piso de enfrente. nos invitaron a una cena-fiesta en brooklyn pero yo todavía no estoy para fiestas en brooklyn. así que edu tendrá que esperarse al sábado para hacer lo que ha venido a hacer. ahora mismo está cayendo la primera nevada. la nieve está fría y mojada como ella sola. la calle parece otra.
jueves
martes
lunes
un otro sueño
pues sí, ahora mismito. y como me he quedado tal que el de la foto (mayormente, despierto) pues lo cuento.
andaba yo diciendo:
-necesitamos ¡una nueva sócrates!
-¡y una nueva modernidad!- me respondían.
-para llegar a ¡la otra postmodernidad!- seguía yo.
entonces se me enganchaba la mochila en el pendiente de la niña del pañuelo, y antes de que me diera cuenta, y como la mochila pesa, ya le había arrancado un trozo de oreja. todos miraban la cremallera ensangrentada y sabían que había sido yo. el trozo de oreja, entre tanto, había caído al suelo y, mientras todos buscaban por otro lado, lo encontraba un perro y se lo comía. yo lo ví, pero no se lo saqué de la boca porque sabía que ya era demasiado tarde. no le iban a pegar un trozo de oreja remascado. la niña se sentaba a mi lado y me hacía una cruz entre los ojos. yo sentía el trazo vertical, pero me quedaba dudando si el horizontal venía a estar por la parte de arriba, o por la de abajo. no sabía si me había bendecido o maldecido. sí sabía que lo lógico era lo último -no lo he dicho por vergüenza, pero era ya como el tercer tirón de orejas que le daba en un sólo sueño-. de todos modos, yo ya estoy maldito, le decía yo (a la defensiva siempre, oiga). ella me sonreía y me hablaba dulcemente y yo me sentía mejor. luego me había bendecido, pero yo seguía preguntándome con cuál de las dos cruces.
se aceptan interpretaciones de todo tipo. pero "tú estás mal", no vale.
viernes
no me digas
que no hay nada más triste que lo tuyo,
hay miles de cosas en el mundo que son mucho peor.
no me digas que no hay nada más triste,
una tienda de animales es mucho más triste,
con los perros en sus jaulas, dando vueltas,
y los gatos dando vueltas, en sus jaulas.
no hay nada más triste que una tienda de animales.
...
no me digas que no hay nada más triste que lo tuyo,
hay miles de cosas en el mundo que son mucho peor.
no me digas que no hay nada más triste,
los caballitos pony eso es mucho más triste
los caballitos pony
no hay nada más triste que los caballitos pony
no hay nada más triste.
(hidrogenesse, gimnástica passiva)
no hay nada más triste que estar enfermo en la cama un viernes en nueva pork. hoy iba a cenar tailandés, mañana al estreno de lo de patri, etc. etc. etc. puaj.
jueves
en harlem
hay dos tipos de personas. las que pueden comer en la pescadería-freiduría de la esquina, y las que no la pisan ni que les pagues. en días como hoy me alegro de pertenecer al primer grupo, porque como se veía venir por lo verde que me estaba quedando -ver foto de ayer-, hoy me levanté con un gripazo genial, y no estaba para caminar hasta el súper, y menos con el sol que hace. lo peor es que cuando se me quite seguro que nieva. bueno, a lo que iba, en realidad en harlem hay muchos tipos de personas. pero la niña del camión de galletas que me encontré cuando llegué como un pato mareado a por mi fish and chips, no encaja absolutamente en ninguno de ellos. por si alguien lo dudaba.
miércoles
come back to me
and may the spirit of this song,
may it rise up pure and free.
may it be a shield for you,
a shield against the enemy.
yes and lover, lover, lover, lover, lover, lover, lover
come back to me,
yes and lover, lover, lover, lover, lover, lover, lover
come back to me.
leonard cohen, new skin for the old ceremony, 1974
martes
y la mítica lata
que por supuesto no tiene nada que ver con la fiesta de ayer. pero es que me dejé la cámara en casa. si me la llego a llevar, a lo mejor me cierran el blog. sí, esas cosas pasan. el lado oscuro de la bola de cristal me rompió los esquemas. porque allí, además de bailar a miss kittin, joy division, fischerspooner, depeche mode, los smiths y demás retromoderneces de mierda -pero sobre todo músicas futúricas e inexistentes-, se hacían cosas bastante sucias. ni me las esperaba ni te las voy a contar ahora. ah, el chill out, monísimo, con su estanque ajaponado, sus carpas, y sus flores de loto. byte en el delancey: el mes que viene, electroduendes sm y su fiesta de navidad ¿te vienes?
domingo
oh my god!
¿he sido yo? anoche me quedé en casa haciendo de niño bueno, pero hoy no tengo más remedio que ir a esta fiesta. no sólo porque van a pinchar música que no existe (electroclash y más), sino porque la entrada la cobran tal que así: $5 for fetish divas. creative goths. cyberpunks. material girls. perverted pilgrims, queer quakers and indecent indians fashionistas, alternative sexiness, and anyone who can leave their inhibitions at home. los demás pagamos diez dólares, que tampoco está mal. mañana me dormiré en la biblioteca, pero eso ya es asunto mío. digo.
sábado
isa
en una hamburguesería del harlem, poco antes del amanecer. un rato después de enterarme de que, por ejemplo en krash, hay gente que, además de bailar, sabe volar. con los dos pies en el suelo y un estilazo que te mueres. paris is burning reloaded. la película, no el paris de la france, que desde luego también está burning, sólo que más literalmente. eso sí, unos y otros, jugándose la vida en las fronteras internas del imperialismo blanco transcontinental.
pues esto es más
raro que lo del perro, y tampoco es photoshop. veteranos americanos por la igualdad de derechos, en abstracto y en general, pero con la rainbow incluida. pasando por delante de los almacenes rainbow de la quinta, precedidos y seguidos de la parade de la marina o de la armada o de lo que fuera, no me preguntes porque yo, de terrorismo internacional, sólo sé que no sé nada. después de esto, menos.
viernes
resiste
o muere -expulsa al régimen de bush- no fui a la manifestación del día dos porque se me fue la bola y estaba en el hunter college viendo el ensayo de patri pero, eso sí, allí también habían armado una buena para echar a los reclutadores del soldados que se pasan el día jodiendo por los pasillos. sobre todo porque el hunter es lo más multicultural de las universidades neoporkinas, y a los que reclutan les gusta muchísimo la diversidad étnica y racial, para poder hacer de la estancia en el ejército una experiencia mucho más enriquecedora y fomentar de paso el respeto a la diferencia.
jueves
miércoles
no hay
grafitis en niuyorciti. algunas pegas guapas en el village, cuatro plantillas y papeles pintados de obey y para de contar. los trenes de los ochenta están en el museo. he hablado con alguno que cuenta cosas muy feas de los tiempos en que no sabías si lo que el homeboy (b-boy, ghettokid, pandillero, hiphopero, ragatoniense o anglohardcorito), de la esquina sacaba del bolsillo sería un bote de spray o una pistola. no se me alteren, la asociación de ideas no es mía, sino de uno que llevaba pistola pero no bote de spray, y que sobre todo tampoco era un homeboy. no es cuestión de negar que aunque ahora no (me) dé miedo ningún rincón del harlem, hace veinte años había que andarse con mucho más cuidado. sobre todo si te distraías mirando las paredes. pero que el arte urbano y la violencia callejera casi desaparecieran al aumentar la represión policial no convierte al primero en expresión de la segunda. dije algo sobre si haring levantara la cabeza. bueno, pues lloraría, porque las farolas aquellas hiperdecoradas lo están con permiso del ayuntamiento.
pd. en el barrio sólo hay pintadas de de la vega (alguna buena), y un mural hortera en (de) la comisaría de policía que no voy a colgar aquí para no herir sensibilidades. estuve a punto de hacerlo, porque condensaba muy bien la idea del nuevo monopolio, de los murales y sobre todo de la violencia. ver por ejemplo stonewalled, el nuevo informe de amnistía internacional sobre abusos policiales a prostitutas, transexs, maribollos sin pasta y otros parias, en nueva pork y otras ciudades de por aquí.
pd. en el barrio sólo hay pintadas de de la vega (alguna buena), y un mural hortera en (de) la comisaría de policía que no voy a colgar aquí para no herir sensibilidades. estuve a punto de hacerlo, porque condensaba muy bien la idea del nuevo monopolio, de los murales y sobre todo de la violencia. ver por ejemplo stonewalled, el nuevo informe de amnistía internacional sobre abusos policiales a prostitutas, transexs, maribollos sin pasta y otros parias, en nueva pork y otras ciudades de por aquí.
martes
yo de mayor
quiero ser una niña negra y vestirme todos los días de rosa. como esta y como las dos del metro de ayer, que estaban muy en la edad del pavo armando un jaleo que no veas. me acabaron pidiendo chicles, y les di cuatro. les tenía que haber sacado a cambio unas clases de petardeo del bueno. no me quedaban pilas para una foto, pero iban las dos de rosa desde los calcetines hasta las uñas.
lunes
quinto cumpleaños
en un mes. el piso estaba lleno de gente (noventa por ciento de arquitectos), mi sesión de electrotrash se tuvo que oír hasta en new jersey (incluyendo -porque tú me lo pediste- con su vídeo y todo, edu, ven ya que te esperan tus fanses) y en el futbolín ganaba el que más gritara. la niña de la foto no sé quién es, pero juro, con las dos manos sobre el portátil, que estaba en la misma fiesta.
domingo
nada menos
a este me lo encuentro yo todas las mañanas al subir al metro. desde hace un mes. sería ya inaguantable si no me recordara los dibujos del nene, que son ajaponados pero mucho más bonitos y marranos. nene que se habrá pasado la noche nada menos que en mi casa, nada menos que con mi madre y viendo nada menos que salsa rosa. y yo en nueva pork, en sábado, pensando, nada menos, que tampoco es tan mal plan.
sábado
viernes
ensayo
de una coreografía genial de patri. que estudia en el hunter college, donde por primera vez desde que estoy por aquí me encontré (en la biblioteca, eh) de casualidad, a alguien conocido: gabriel, un amigo de ariel que también baila. es normal que conozca bailarines porque vivo con dos. pero es que cuando hablo con cualquiera, pongamos por caso, en un ascensor, las probabilidades de que también baile son del cuarenta por ciento. frente a un treinta de que sea arquitecto (y en el piso enfrente hay otros dos), y un escaso pero muy significativo porcentaje de bailarines arquitectos. teniendo en cuenta que lo que más me sorprendió al llegar fueron los edificios y los bailes de la gente (he estado en un par de ensayos, pero ahora me refiero a las discotecas), no me digas que no dan ganas de sacar conclusiones. no sé muy bien cuáles, pero sí que exagero mucho menos de lo que te crees.
sofá
hay calles que parecen un decorado de cartón piedra. esta se convirtió definitivamente en un plató de serie b cuando llegó un espontáneo de un salto, haciendo muecas y revolviendo los periódicos. y mirando a la cámara, cómo no. muy gracioso y tal, pero estaba todo mejor puesto antes de que lo tocara. claro que reordenarlo me parecía un exceso.
jueves
martes
4. feels good too
esto es ya la fase final, véase que casey está casi desnudo (ver siguiente foto para ver cómo empezó). luego ya se le caían las mallas hasta las rodillas y el pobre no sabía qué hacer para no caerse. para cuando se tiró al público yo andaba por la sexta fila porque me habían ido desplazando de mi superpuesto en primera línea. casey se dio cuenta así que me agarró de la mano y no me soltó hasta que volvimos a la primera. yo creía que me echaba de menos, pero en realidad quería dejarme bien colocado para partirme el cuello en el segundo a-salto.